Estamos diseñados como receptores de diversos niveles de energía cósmica. Somos, por tanto, Hijos del Universo. Algunos buscan individualmente la meditación, la Iluminación. Está bien, pero la Iluminación ha de ser colectiva. Es en la mente colectiva donde ha de florecer la energía y ha de imponerse el sentimiento de igualdad, con su maestría soberana.
Las diferencias y desniveles mundanos son aberrantes (productos del oscurantismo y del error). Somos iguales ante el Universo, y no sólo los humanos; todos los seres vivos de la Tierra y de cualquier otro lugar.
Gracias!
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