Lo maravilloso es que el mundo natural y el universo mundano no se contraponen en las altas culturas muy evolucionadas.
El mundo natural es culturalizado con profundo respeto; no hay contradicción.
Y lo más extraordinario es que tenemos en nuestro Planeta ese caudal de sabiduría, esa riqueza; las avanzadas enseñanzas de nuestros mayores que nos sugieren humildad, grandeza, respeto.
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