Primero y ante todo estamos dentro de una matriz natural que involucra tanto los cielos, como nuestro hábitat, como el subsuelo; antes que nada somos eso.
Las antiguas culturas transmiten enseñanzas de la naturaleza y de cómo convivir con ella para mantener una esmerada conservación del planeta Tierra. Ellos insisten en tratar toda vida como sagrada; los animales, los árboles y vegetación, el agua, el planeta entero, y tienen bastante claro e integrado en su día a día la existencia de un plan universal para la creación y conservación del mundo, de nuestro hermoso mundo.
Sobre ese sustrato se construyó luego el mini universo humano 'civilizado'; las sociedades, las naciones con sus exigencias, sus leyes y sus caprichos egocéntricos. Los antiguos sostienen que esa burbuja ha de explotar y con mucho dolor y daño para los que estuvieron obnubilados, confundidos y entercados.